El verdadero sentido de la Izquierda

Cuantas veces no hemos escuchado decir de la boca de los políticos en sus discursos de campaña, en tribunas, en entrevistas, la famosa frase que levantan como bandera pirata en el caribe para identificarse como miembros de un gremio único y especial de representación ciudadana: “yo soy de izquierda”.

Y cuantas veces se califican a los grupos políticos según sus ideologías y actividades como partidos de izquierda o de derecha. Vemos grupos reaccionarios, contrarios al Estado hacer levantamientos sociales de oposición en contra de políticas públicas, decisiones de gobierno, aun cuando estas reacciones sean representadas por movimientos que en muchos de los casos carecen de un verdadero sentido de lucha social y solo son movimientos que sirven de catarsis para el desahogo de las frustraciones de una sociedad desigual.

La pregunta sería: ¿Es correcto el calificativo que se le da hoy en día a la supuesta izquierda en el país?, y para ello proponemos analizar dicho término desde todas sus aristas.

Según la descripción que se da en el Diccionario de la Real Academia Española, se señala que la izquierda es una posición o parte del cuerpo contraria a la derecha, verbigracia la mano, ojo y pierna izquierda, también se señala como aquello que está torcido y es malo, incluso el mismo diccionario menciona como ejemplos casos considerados amorales como la homosexualidad y la maldad.

Incluso hemos escuchado el calificativo de diestro como alguien sagaz que domina un arte a la perfección y está siempre cercano a lo derecho o correcto, mientras que al escuchar que algo es siniestro, inmediatamente nuestra mente nos lleva las imágenes de todo aquello que es malo, frívolo, alejado del buen camino. En otra lengua romance, el italiano, hermano del castellano, la diestra y la siniestra se traducen a la derecha y la izquierda.

Como podemos ver en la utilización de la lengua el término izquierda es utilizado como  algo negativo, malo, el polar de lo bueno.

¿Pero cuándo el término es utilizado con una connotación política? Recordemos que la política es la lucha de las clases por alcanzar y mantenerse en el poder para la dirección de las masas, o sea, gobernar y dirigir a los millones de monos cilindreros que habitamos en el planeta, el poner orden, de lo contrario la raza humana terminaría comiéndose los unos a los otros y no en el sentido Bíblico. Y este término surge en la Europa Ilustrada, ese movimiento político, económico e intelectual que se da en Francia e Inglaterra durante el siglo XVII y culmina con la Revolución Francesa. Antes de este periodo los Europeos eran gobernados por monarcas que justificaban su poder ABSOLUTO por la voluntad de Dios. Nadie podía cuestionar a los monarcas europeos porque era poner en tela de juicio a Diosito Santo, no por nada durante la Edad Media, los Domini Canes[1]… perdón, los Dominicos, a través del Santo Oficio, reprimieron toda voluntad que trataba de oponerse a los factores reales de poder de la época, que en su momento fue la monarquía y la iglesia.

¿Y por qué la iglesia? simplemente porque después de la caída del magno imperio romano, lo único que subsistió del control y dominio de los latinos, fue la transmutación del imperio a la Santa Iglesia. O sea, después de haber sido un imperio dominador de voluntades a través del costoso hierro durante siglos, durante la edad media, lo hicieron con el dogma católico cristiano.

Obviamente después de tener degenerados en el poder que se creían el centro del universo y gritaban a los cuatro vientos “Je suis l Etat”[2], y sometían a todas las mentes libres ante su absoluta voluntad, generaron grandes descontentos entre las clases opulentas.

Estas clases opulentas, eran los primeros empresarios e industriales que en su momento tenían los recursos para poder conseguir instrucción y estudio de los clásicos griegos, latinos, que no por nada estaban prohibidos por la misma iglesia para mantener las mentes humanas dormidas y fáciles de someter.

Es por esto que la ilustración culmina su obra magna con la Revolución Francesa, como aquel movimiento de los empresarios e industriales que económicamente eran superiores a la monarquía, cuestionaron los abusos en el poder y se lanzan en contra del grupo que ejercía las decisiones. Obviamente estos monos lanzan a la lucha a los descamisados, apestosos y pulgosos franceses para tomar la Bastilla para que ellos no se ensucien, situación que se sigue repitiendo en la actualidad y me recuerda a la toma del zócalo en el 2006 y el #yosoy132 en el 2012.

Y aquí llegamos al punto en que la Monarquía calificaba como lo “siniestro” todo aquello que está en contra de la voluntad divina, como Gauchismo, o sea, lo que está lejos de lo recto, lo correcto, lo derecho, porque a la derecha de Dios Padre está Jesucristo, a la derecha del Monarca está la Iglesia[3], mientras que a la izquierda del monarca[4] y contrario al justo y buen poder estaban los revoltosos.

Por lo tanto el origen político del término izquierda, tiene una connotación negativa, mala, porque era necesario justificar el poder del monarca con ayuda del término de la izquierda, se calificó de malévolo todo aquello que desnudaba su actuar. A fin de cuentas: “lucha de poder”.

Pero ¿quiénes eran estos izquierdosos del siglo XVII y XVIII?, pues eran empresarios, industriales, que buscaban tener mejores condiciones para que sus industrias crecieran, no eran personas que en realidad buscaran la igualdad de las clases sociales, era mas bien la igualdad productiva empresarial, evitar los abusos impositivos. Son estos mismos industriales los que a lo largo de la revolución industrial, explotan los cuerpos humanos como ejércitos de carne en una industria demandante a lo largo del siglo XIX y XX, o sea, no eran unas blancas palomitas, eran unos verdaderos pillos que buscaban satisfacer sus propios intereses y utilizando las débiles y maleables mentes, a los pobres, para sublevarlos en contra de las clases poderosas y sus autoridades. Nuevamente la historia se repite y resumimos como la Lucha de Poder.

Dejemos atrás esta pequeña introducción histórica, y ahora aterricemos a la actualidad. Tenemos una pseudo alianza conformada por los partidos políticos y un posible futuro partido político del Peje llamado “La Izquierda Mexicana”[5].

Esta supuesta Izquierda Mexicana, se ha caracterizado por tener unas políticas públicas y acciones de gobierno tendientes a la representación de los grupos mayoritarios cuantitativamente pero vulnerables y desvalidos cualitativamente. Dicho en otras palabras, “los jodidos”, los ignorantes, los pobres, los apestosos, los que pululan, la lumpen proletaria.

¿Pero en realidad estas acciones de Estado que han ejercido en las Entidades donde han gobernado, de verdad son del todo de Izquierda? ¡Obvio NO! Esto es mejor conocido como POPULISMO. O sea, son esas políticas públicas tendientes a satisfacer las necesidades inmediatas de los pobres, las cuales recaen en el erario público, para tratar de alcanzar la equidad y dar seguridad social, sin un verdadero sustento o planificación de Estado.

¡Ojo!, políticas populistas, en la actualidad han llevado a naciones al quebrantamiento de sus finanzas públicas, tales como Francia, España, Italia, Portugal, Grecia, etc. ¡¿Países desarrollados?!… ¡Si!, naciones que han abusado de sus políticas de corte social para proveer a una maquinaria de zánganos improductivos.

Y es aquí donde la mente de un reaccionario estilo #yosoy132 (milímetros de mente), salta y grita: “¿Qué no la izquierda es la defensa de los derechos sociales?”.

No señores, la Izquierda es la oposición, es lo contrario al grupo de poder en turno que lo ejerce con ética o sin ética. Es aquel grupo que lucha por quitarle el cetro, la corona y el trono a quienes ejercen el poder. Y el mejor ejemplo lo tenemos en el México contemporáneo, donde por muchos años el PAN (partido caracterizado por la integración de sus miembros con corte empresarial, de ideología católica cristiana, moralistas, etc.), fue la izquierda mexicana, ese grupo que se opuso al antiguo poderío del Tlatoanismo[6] PRIÍSTA y el cual lo alcanzó por la coyuntura del 2000 donde Vicente Fox ganó las elecciones y que durante su gestión y la de Felipe Calderón, el PRI y el PRD alternadamente fueron las izquierdas en el país.

Ahora los papeles vuelven a invertirse, y el PAN retoma su lugar de oposición política en el país, o sea, el PAN regresa al lugar de las IZQUIERDAS MEXICANAS, las verdaderas izquierdas, no las falsas populistas que confunden el término para levantar su bandera pirata y con ella engañar a los incautos en su lucha por alcanzar el poder (recordemos la Toma de la Bastilla, o el Grito de Independencia Nacional).

Otro ejemplo local, lo tenemos en el Distrito Federal, donde el PANISMO, es la izquierda que lucha por alcanzar la mayoría de las Delegaciones Políticas, en la Asamblea Legislativa y el GDF, mientras que el PRD junto con su camarilla de pseudo izquierdas, es la verdadera derecha en la Capital del País. Igual en otros Estados como Guerrero con el PRD, en Baja California y Guanajuato con el PAN, donde el PRIÍSMO no le queda más que ejercer el papel en la obra de la izquierda y los que ostentan el poder son la derecha.

Por eso mis queridos amigos yo los invito a que en futuras ocasiones cuando escuchen hablar a un político sobre el movimiento de izquierda, ojo, puede que esté confundiendo el término si se está olvidando que la izquierda es en realidad aquel grupo contrario del que ejerce el poder en turno, o sea, TODOS somos izquierda. El gauchista no es aquel que usa guaraches, tiene barba estilo Carlos Marx, trae el manifiesto comunista debajo de su brazo y levanta el puño izquierdo al son de lucha de clases. No lo es, les puedo asegurar que en el mundo hay mucho más gauchistas vestidos de Hugo Boss y perfumados en Armani que aquellos que vemos en las universidades mal informados. Seamos de la izquierda instruida que lucha por alcanzar el poder para su justa y equitativa causa, por el bien de todos que el buen fin último de la política es ese; “ver por el bien de todos”.

(*) Abogado Economista.