Mtro. Leonel Gutiérrez Briones [1]
Dr. Gregorio Pérez Orozco
Escribir es un arte. Conlleva un profundo sentimiento y emoción que refleja alegría, nostalgia, entusiasmo, tristeza, lo inconmensurable de su autor…..es decir, la pasión que te envuelve y hace girar un torbellino de sensaciones que hay dentro de ti. La esperanza de reflejar y hacer vivir la lectura como si fuera parte de la misma historia del investigador en cuestión. El ayer, el hoy que se vive; y, que arroja letras, frases, ideas convertidas en párrafos que nos llevan a escribir la pasión de la vida misma.
La pasión que arropa al escritor, hace que florezca el ser. Un ardor que debe enfebrecer a cada uno de nosotros, haciéndonos con ello partícipes de aprendizajes de vida y así, llegar a la condición que la sociedad reconoce en el saber personal, la sabiduría que nos proporciona un maestro.
Llámese Maestro, aquel ser que es reconocido en un talento de hacer sentir la vida en forma diferente y única. ¡Escritor!… el mayor reconocimiento en la palabra donde aglutina su ser con la tinta, con el papel, con la existencia misma, que atrapa la historia, y que la transmuta a los demás para hacerlos sentir. Vivir al mismo tiempo la historia propia, la del escritor y su lector, ello hace vivir juntos una parte que entrelaza sentimientos y con la propia historia.
La lectura que impacta en la sociedad y es reconocida por ser humano en un suspiro que insta a todos a vivir, lo cual envuelve y crea, confunde, alude y recibe la crítica a su letra. Su lectura es recibida por el ser que en su voz a voz recorre el mundo, trascendiendo fronteras para llegar al enorme reconocimiento que es el nobel de literatura. El ¡Nobel!, máxima del escritor otorgada por la sociedad mundial.
El nobel de literatura 1982, es Gabriel José de la Concordia García Márquez, está centrado en sus novelas e historias cortas, pero en un realismo mágico que deja al lector descubrir e interactuar con Gabo y con la imaginación de la novela historias. En un día que es el mío el nació, es por ello que no pasó desapercibido en mi vida, la fascinación de él es la mía. La imaginación que complemento con la investigación y la lectura podrá darnos armas para escribir y ser leídos. Maestro, tu pasión es la palabra aun cuando hayas partido, y tu legado siempre será dialogado contigo:
Florentino Ariza escribía todas las noches sin piedad para consigo mismo, envenenándose letra por letra con el humo de las lámparas de aceite de corozo en la trastienda de la mercería, y sus cartas iban haciéndose más extensas y lunáticas cuanto más se esforzaba por imitar a sus poetas preferidos de la Biblioteca popular, que ya para esa época estaba llegando a los ochenta volúmenes. Su madre, que con tanto ardor lo había incitado a solazarse en su tormento, empezó a alarmarse por su salud. <<Te vas a gastar el seso —le gritaba desde el dormitorio cuando oía cantar los primeros gallos—. No hay mujer que merezca tanto.>> (García, G. 1985: 93).
Todos los libros tienen algo de biográficos, cualquier autor de manera consciente o inconsciente incluye fragmentos de su propia historia entre las historias que relatan, la cita del párrafo anterior de; El amor en los tiempos del cólera, que quizá lleve implícita lo que escuchaba el mismo Gabriel al pasar noches enteras escribiendo alguna de sus grandiosas obras literarias. Después de leer cualquiera de sus novelas o cuentos, podemos mencionar con seguridad que si se gastó el seso, pero a pesar de lo gastado nunca dejó de producir maravillas escritas con una imaginación mágica.
El Municipio de Aracataca Magdalena (Macondo), Colombia, es el orgulloso lugar de nacimiento de Gabriel García Márquez, en el año de 1927, quién cursó sus estudios secundarios en San José a partir de 1940 y finalizó su bachillerato en el Colegio Liceo de Zipaquirá, el 12 de diciembre de 1946. Se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Cartagena el 25 de febrero de 1947, aunque sin mostrar excesivo interés por los estudios. Su amistad con el médico y escritor Manuel Zapata Olivella le permitió acceder al periodismo. Inmediatamente después del «Bogotazo» (el asesinato del dirigente liberal Jorge Eliécer Gaitán en Bogotá, las posteriores manifestaciones y la brutal represión de las mismas), comenzaron sus colaboraciones en el periódico liberal El Universal.
En aquel tiempo, y dejarlo escrito deja la evidencia que la magia y el acontecer diari(sm)o estaban presentes. Logra escribir para el periódico una realidad desbordante para hacer atractiva su lectura y nunca regresar con las manos vacías, ello constituía siempre un punto y aparte.
En 1955 publicó su primera novela, La Hojarasca, novela donde habla por vez primera de Macondo, pueblo imaginario, y de algunos de los personajes que más tarde cobrarían fama mundial en la novela Cien años de soledad, desde entonces a la fecha ha escrito más de treinta novelas y una cantidad similar de cuentos y relatos.
Desde esos seis ojos, esos tres corazones dudosos, desde esas seis manos temblorosas, podemos asistir a toda la historia de una vida que empieza raramente por la muerte, por el suicidio. Afuera, en las calles de un Macondo nuevo y todavía sin pisar, el resto del pueblo: expectante, chismoso, satisfecho, como si la muerte del médico les perteneciera.
Los lectores al recibir la primer novela de Gabriel García se mantuvieron expectantes, al leerla quizá chismearon con sus amistades lo satisfechos que les resulto leer a este novel escritor y así, poco a poco, pudimos ver a lo lejos los primeros trazos del creador que hoy es.
Por primera vez tuvimos acceso a un Macondo nuevo y todavía sin pisar, un Macondo que años después se convertiría en propiedad del mundo, un Macondo que sería pisado por millares de personas en un afán lleno de curiosidad de saber más de él, un Macondo que caería en los excesos de convertirse incluso en canción para ser cantado por toda Latinoamérica, pero este sería solo el principio, la obra de García Márquez apenas iniciaba.
Esta primera novela de Márquez, dio nacimiento a los lugares hoy conocidos por el mundo (como macondo). En la partida del maestro es de pensar como en un principio, en un instante, “Yo pienso: Ahora sentirán el olor. Ahora todos los alcaravanes se pondrán a cantar” la partida del maestro.
Su notoriedad, se da a partir de la publicación de la novela Cien años de soledad en junio de 1967, novela en que retrata la vida en Macondo, y sus personajes, los cuales, según cuenta el mismo autor, son retratos de familiares y amigos, tal es el caso de José Arcadio Buendía personaje en el que encarna a su abuelo, quien fuera uno de los fundadores de Aracataca, el cual fue inspirado por su abuela que le contó sobre el general Rafael Uribe Uribe, quien pasó por el lugar antes de que Gabo naciera. Es por ello, que nuestras vidas son inspiraciones de sucesos pasados, que vestimos con un vestido llamado sentimiento, y con un sombrero llamado emoción, es por ello que nuestra imaginación y reconstrucción de la historia escrita es pasado y presente, es una carga volitiva que deja nuestra vida.
Hablar de la novela Cien años de soledad es recordar con sombrero a Gabriel García Márquez. Es ponerse un vestido y recordar que vivió un periodo de dieciocho meses, entre 1965 y 1966 en Ciudad de México (su casa y lugar de partida), y quien lo diría publicada por primera vez a mediados de 1967 en Buenos Aires, en donde fue enviada con la nota de Gabo al editor: “Si a ti no te gusta, rómpela. Olvidaré esta novela”.
La idea original de esta obra surge en 1952 durante un viaje que realiza el autor a su pueblo natal, Aracataca, en compañía de su madre. En su cuento, Un día después del sábado, publicado en 1954, hace referencia por primera vez a Macondo, y varios de los personajes de esta obra aparecen en algunos de sus cuentos y novelas anteriores y posteriores.
Gabriel García Márquez inicialmente le presentó Cien años de Soledad a Carlos Barral, quien a mediados de los años 60 dirigía la que en ese entonces era la editorial de vanguardia en lengua castellana Seix Barral, pero Carlos Barral le dijo a García Márquez: «Yo creo que esa novela no va a tener éxito, yo creo que esa novela no sirve». A pesar de ese traspié, García Márquez logró que la editorial Sudamericana le editase el libro.
En un comienzo, pensó en titular su novela La casa, pero se decidió por Cien años de soledad para evitar confusiones con la novela La casa grande, publicada en 1954 por su amigo, el escritor Álvaro Cepeda Samudio. La primera edición de Cien años de soledad fue publicada el 5 de junio de 1967 por la editorial Sudamericana de Buenos Aires a donde fueron enviados los originales por correo divididos en dos partes, porque debido a las dificultades económicas del escritor no pudo pagar el primer envío completo.
El autor cuenta que “a principios de 1966 Mercedes (su esposa) y yo fuimos a la oficina de correos de San Ángel, en la Ciudad de México; para enviar a Buenos Aires los originales de Cien años de soledad. Era un paquete de quinientas noventa cuartillas escritas en máquina. Enviarlo costaba ochenta y dos pesos y solo teníamos cincuenta y tres.
¿Cómo lo solucionamos? De manera radical: abrimos el paquete, lo dividimos en dos partes iguales y mandamos a Buenos Aires solo la mitad, para después enviar la otra. Tarde nos dimos cuenta que la parte que habíamos enviado había sido el final y no el principio. ¡Ni hablar…!.
En junio de 1967 recibimos el primer ejemplar del libro y mercedes y yo decidimos romper la única copia existente. La decisión no fue inocente ni modesta; la rompimos para que nadie pudiera descubrir los trucos de mi carpintería secreta. Álvaro Mutis fue el primer lector de la copia definitiva, aún antes de mandarla a la imprenta. Después de leerla me dijo: Es simplemente mágica”.
La novela, es inspirada en su ciudad natal, es decir en Colombia, cuando regreso con su madre, para vender la casa de sus abuelos. Posiblemente lo viejo de una realidad, su pasado, la historia del mismo, en donde siempre la carga emocional hace recordar a uno mismo quien es. Y su casa, México, que en su gran extensión de viajes largos, con horas interminables de transporte hace pensar a uno mismo en lugares que se pierden en el horizonte o en las noches limitadas en la visión. Ahí es donde entran los viajes clásicos de ciudad de México a Acapulco, Guerrero. Actualmente un viaje corto, pero en los sesentas un viaje de no menos de ocho a diez horas, en donde en soledad es capaz uno de reabrir senderos de vida y de inspiración, en donde los recuerdos llegan siempre con lucidez. Esos días siempre nace una identidad latinoamericana, que en este caso fue escrita por Gabo.
Cien años de soledad es considerada una obra maestra de la literatura hispanoamericana y universal, es una de las obras más traducidas y leídas en español, fue catalogada como una de las obras más importantes de la lengua castellana durante el IV Congreso Internacional de la Lengua Española celebrado en Cartagena de Indias en marzo de 2007. Fue incluida en la lista de las 100 mejores novelas en español del siglo XX del periódico español El Mundo, en la lista de los 100 libros del siglo XX del diario francés Le Monde y en los 100 mejores libros de todos los tiempos del Club de libros de Noruega.
La primera edición de la novela fue publicada en Buenos Aires en mayo de 1967 por la editorial Sudamericana con una gran acogida por parte de la crítica y del público, tuvo un tiraje inicial de 8.000 ejemplares; hasta la fecha se han vendido más de 30 millones de ejemplares y ha sido traducida a 35 idiomas.
Sin duda Cien años de soledad (1967) es la novela referente en la obra de García Márquez es por eso que resulta importante conocer la historia desde su concepción, sin embargo, este escritor cuenta con una gran variedad de cuentos y novelas, a Cien años de soledad siguieron, Crónica de una muerte anunciada (1981), El amor en los tiempos del cólera (1985), entre otras.
Del amor y otros demonios fue publicada en el año 1994, y después de esta pasaron diez años antes de que García Márquez decidiera escribir nuevamente, diez años pasaron para que viera la luz la novela Memorias de mis putas tristes (2004), relato donde narra la historia de un viejo reportero en vísperas de morir, no se sabe que es más difícil si morir físicamente o morir laboralmente, quizá el dejar de trabajar, el dejar de hacer lo que siempre te ha gustado sea equiparable a la muerte misma.
El tema de la nota de aquel día, como no, eran mis noventa años. Nunca he pensado en la edad como una gotera en el techo que le indica a uno la cantidad de vida que le va quedando. De muy niño oí decir que cuando una persona muere los piojos que incuban en la pelambre escapan pavoridos por las almohadas para vergüenza de la familia. Esto me escarmentó de tal suerte, que me deje tusar a coco para ir a la escuela, y las escasas hebras que me quedan me las lavo todavía con el jabón del perro agradecido. Quiere decir, me digo ahora, que de muy niño tuve mejor formado el sentido del pudor social que el de la muerte, (García, G. 2004: 13).
El personaje principal de esta novela pensaba celebrar sus noventa años de una manera especial, García Márquez al escribir este libro estaba cerca de cumplir ochenta, y quizá quería celebrar esos ochenta años de una manera especial, o como el mismo menciona en uno de los párrafos iniciales de la novela, “Desde hacía meses había previsto que mi nota de aniversario no fuera el sólito lamento por los años idos, sino todo lo contrario: una glorificación de la vejez”.
Una glorificación de la vejez, que mejor manera de glorificar la vejez de un escritor tan prolifero que escribiendo, Memorias de mis putas tristes es realmente una manera excelente de glorificarse, a pesar de su nombre, o de lo que se podía llegar a pensar a partir de él, es una novela que narra una hermosa historia de amor.
Una hermosa manera de dar fin, por el momento, a una vida llena de satisfacciones, una vida ya conocida y reconocida por todo el mundo, la creatividad y excelente narrativa manifestada en todas sus novelas y cuentos han convertido a García Márquez en uno de los más famosos escritores del mundo.
No puedo dejar de mencionar que debido a la vasta colección literaria de García Márquez cada uno de sus lectores puede considerar como favorito un libro distinto, para mí, sin duda alguna, La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira y su abuela desalmada, es el mejor.
El ambiente de la mansión y del desierto se describe cómo aislado y la vida de las dos cómo una existencia rutinaria. Por una desgraciada casualidad, cuando Eréndira se durmió con un candelabro ya encendido, se hizo fuego en la mansión, la gente del pueblo trató de rescatar los restos del desastre. Pero no quedó mucho. La abuela empezó inmediatamente el trabajo de hacer a Eréndira que pagar su negligencia. El medio fue venderla a los hombres.
Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura en 1982. Según la Academia Sueca, «por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real son combinados en un tranquilo mundo de imaginación rica, reflejando la vida y los conflictos de un continente».
En una entrevista con Marlise Simons, García Márquez señaló:
En cada libro intento tomar un camino diferente […]. Uno no elige el estilo. Usted puede investigar y tratar de descubrir cuál es el mejor estilo para un tema. Pero el estilo está determinado por el tema, por el ánimo del momento. Si usted intenta utilizar algo que no es conveniente, apenas no resultará. Entonces los críticos construyen teorías alrededor de esto y ven cosas que yo no había visto. Respondo solamente a nuestro estilo de vida, la vida del Caribe.
Cada libro es un pensamiento incomparable, pero entrelazado, por ser la misma historia. El momento fue determinado por la vida y por García Marques en el aspecto literario de 1955 con la Hojarasca y concluyó en 2010 con Yo no vengo a decir un discurso.
Gabriel García Márquez, fallece a los 87 años un 17 de abril de 2014, a las 14:38. El Maestro partió sin despedirse como era su costumbre. Hoy día es un disfrutar encontrarlo en cada una de sus obras. Su pensamiento es conocido y recordado por todo el mundo, porque su legado es él mismo, en su nombre, en su ser, en sus hijos, y sus cosas. Un escritor que nos conquistó a escribir a crear y pretender ser escritores derivado de la investigación. Él es hoy nuestro argumento para seguir caminando con nuestro lema en el Centro de Investigación para la Revolución Educativa: Además de leer e investigar… Escribo y publico.
Referencias
García, G. (1985). El amor en los tiempos del cólera. Barcelona: RBA Editores.
García, G. (2004). Memoria de mis putas tristes. México: DIANA.
www.instituto127.com.ar/Bibliodigital/GarciaMarquez-LaHojarasca.pdf
www.biografiasyvidas.com/reportaje/garcia_marquez/cien_anos.htm
bergqvist.info/olov/spanska/erendira.html
[1] Mtro. en Docencia y Administración de la Educación Superior egresada del CEPCM, Miembro del Centro de Investigación por la Revolución Educativa, Catedrático de Educación Básica en el Instituto Celestin Freinet leonel.gutierrez@cireac.net
[2] Posdoctorado en Investigación Transdisciplinar por CIREAC, Dr. Ciencias de Educación egresada del CEPCM, Miembro del Centro de Investigación por la Revolución Educativa, Catedrático de Posgrado. gregorio.perez@cireac.net
Nota del editor: Este artículo fue publicado en la revista “Club de Investigadores y Escritores Novel” el 31 de julio de 2014. Se publica con permiso del Consejo Editorial.
Gutiérrez Briones, Leonel; Pérez Orozco, Gregorio. Gabriel García Márquez. México: Club de Investigadores y Escritores Novel, 2014. p. varía